„Diario de Navarra - 14 de junio de 2017”
A lo largo del primer año largo de funcionamiento, ha encontrado hogar a más de medio centenar
El refugio que la asociación Egapeludos puso en marcha el año pasado en Estella -el primer recurso de estas características con el que ha contado la localidad- ha proporcionado cobijo temporal desde entonces en terrenos de Merkatondoa a unos 60 animales. Un goteo continuo de perros a los que sus voluntarios han atendido en este espacio hasta encontrarles -ha sido así en medio centenar de casos- un hogar de acogida o dar con una adopción definitiva. La entidad nacida hace cuatro años dio un paso de gigante en el primer trimestre de 2016, cuando su idea se materializó en una parcela cedida por el Ayuntamiento. Tenían por fin el lugar que necesitaban para que quedara atrás la antigua fábrica de Canasa -donde hasta entonces se conducía de forma provisional a los animales- y cambiarla por un refugio adecuado a las necesidades, dotado con ocho jaulas de 3x2.
SUS CLAVES
1. ¿Cómo nace el refugio? A iniciativa de esta asociación de cuatro años de andadura que quiere mejorar las condiciones de Canasa, las naves a las que se llevaban antes los perros abandonados en Estella. Por ello, se presta a dar respuesta a un problema que compete a cada Ayuntamiento. Una cuestión a menudo sin resolver y común en todos los municipios de Navarra.
2. El coste económico. En 2016, alcanzó los 18.000 € de gasto en el refugio y otras necesidades. Solo un pequeño porcentaje llega vía acuerdos con la Administración como 2.000 € anuales del Ayuntamiento de Estella, 500 € de Villatuerta y otros tantos de Ayegui además de las colaboraciones de Sesma y Murieta. Se cuenta con fondos de la obra social La Caixa, con donativos particulares y con mercadillos, lotería y otras iniciativas.
3. Qué ocurre cuando llegan. Las llegadas se producen a través de la Policía Foral, Municipal o Seprona, pero nunca se recogen perros con dueño. Una vez en el refugio, las mismas pautas. Comprobar si tienen chip, buscar a su dueño si pese a no tenerlo se intuye que pertenece a alguien y, en otras circunstancias, estancia temporal, derivación a una casa de acogida o, en muy raras ocasiones, traslado al centro del Gobierno de Navarra en Echauri. Los animales se desparasitan, vacunan, se tratan clínicamente si hace falta y se esterilizan con la adopción como objetivo final. Cada entrega definitiva lleva su protocolo y exige, además de una visita domiciliaria previa, rellenar un cuestionario.
4. Los hogares encontrados. De esos 60 perros de 29 localidades diferentes que a lo largo de 14 meses han pasado por el refugio, se ha encontrado hogar a medio centenar de animales. Los perros con propietario son imposibles de computar porque se devuelven a sus dueños y no quedan más datos. No obstante, son decenas también, sobre todo de Ayegui, Estella y Villatuerta.
En la lista de perros que han pasado por allí en estos catorce meses no se incluyen aquellos extraviados, es decir que tienen propietario, pero sí una larga relación procedente de Estella, Ayegui, pueblos de Valdega, de Yerri, Dicastillo, Monjardín e Igúzquiza -por citar los más próximos- pero localizados también a más distancia, en el Nacedero del Urederra, Lana, Puente la Reina, Lodosa e incluso Pamplona. En total, 29 localidades diferentes. Animales sin dueño a los que se busca un hogar con Facebook como aliado principal. Según explican desde Egapeludos, así se canalizan el mayor número de adopciones. “Cada vez que pones a un animal, una media de 3.000 personas ven la publicación”, señalan.
ESTACIONALIDAD TRAS LAS CIFRAS
Cifras importantes a las que se suman decenas de gatos adoptados en el mismo tiempo. Porque, de forma paralela al refugio de perros, Egapeludos abrió otros para ellos también en Merkatondoa. A las puertas del periodo vacacional, la asociación sabe que afronta lo peor del calendario porque detrás de estos datos hay -subrayan- una cierta estacionalidad. “Veremos qué ocurre , pero el año pasado, a partir del 6 de julio y los días siguientes, aparecieron muchísimos”, indican.
En estas fechas y en el resto del año lo cierto es que persiste el abandono de animales en una situación que exige mucho a título personal de los voluntarios. “El problema sigue y la mayor parte de los que recogemos son perros de caza”, relatan. Y constatan que, aún con todo, se avanza. “Vamos a los colegios, les explicamos esto y vemos que se preocupan. Son de una generación distinta. Mientras, nosotros ponemos un parche al problema, pero hay que llegar a su raíz para solucionarlo”, añaden.
El terreno sobre el que se alza este hogar provisional debe también su puesta a punto a la labor de la brigada de Servicios, que ayudó a prepararlo y a levantar las jaulas con una dedicación que Egapeludos agradece. A partir de ahí, el proyecto sigue en marcha con la constancia de un equipo de personas que dedica a ello muchas horas semanales. “De lunes a domingo, el refugio de perros exige acudir tres veces diarias para distintas tareas”, señalan.